Como y cuando.

Donde, cómo y cuando aprendí a respirar,
donde, cómo y cuando los alientos de mi vida
empezaron a suspirar.
Si callado el silencio de mi voz con lagrimas sin cesar,
son las que corren entre mi alma, sin dejar de parar.

Soy del tiempo y de la nada,
y soy de alma encadenada que lucha por vivir,
soy de ti un Recuerdo que nunca dejara de ser,
cada día que pasa, en cada atardecer…

Y de los arrullos de una mañana
donde los cantos de las aves engrandecen un nuevo día
los tormentos de un pasado, y de una triste melancolía
esa que vive ahí por siempre, con dolor.

Es el grito de la soledad,
es el grito del olvido, de las heridas sangrantes
que han marcado el camino andante
de una vida, de un caminante.

Pero me quedo así, sin respuesta a mis preguntas,
sin la sombra de la felicidad vagando entre mi cielo,
sin la risa de mis labios, solo con el llanto
de mi triste desconsuelo.

Porque no sé de Donde, ni como y cuando aprendí a llorar
sólo sé que en mis recuerdos, amores paganos
siempre he de llevar
y que tal vez nunca, yo voy a olvidar.