Cuando Yo Muera.

Yo pienso que cuando yo muera
nadie se dará cuenta
ni nadie se pondrá triste,
solo harán una fiesta con los mejores vinos
y con la mejor música,
Y los gritos y risas inundaran mi capilla
donde mi cuerpo yacerá inerte.

Yo pienso que cuando muera,
ni los gallos se oirán cantar
y los pájaros volaran muy lejos,
la noche tal vez no llegara
ni tampoco el viento soplara y quizás,
tampoco los relojes caminaran,
porque nadie querrá saber
que he muerto ya.

Tal vez fui escoria, o tal vez fui piltrafa,
quizas fui vergüenza, o quizas lo fui todo,
como la inmundicia sucia de este mundo
donde siempre sufrí dolor
y de amor vague como un vagabundo.

Por eso cuando yo muera,
todo será alegría
y todo será canto,
habrá risas y carcajadas en vez de llanto,
porque al fin ya me he ido
y no seré mas ya el que ha sufrido.

Como me duele pensar
que todo por lo que luche, nada coseche,
tan solo el desprecio,
el desprecio de todo el mundo,
que convirtieron mi vida en nada,
en una vida desilusionada.

Si puedo sentir sus miradas
y escuchar sus cuchicheos, pero los oigo
juzgándome y condenándome, solo eso,
solo los oigo pero no siento,
porque mi cuerpo ya está muerto.

Sigo pensando una y otra vez,
que cuando yo muera nadie sabrá,
solo mi conciencia y mi espíritu
y mi triste alma que conmigo se ira.

Y que bueno que pienso así
para no herirme yo mismo y ni tampoco
hacerme falsas ilusiones,
no sé como vaya a morir, sí solo,
o tal vez acompañado, solo se,
que lo que plasmo lo siento así
y de los miles de amigos que yo tengo,
ninguno vendrá a mi velorio
mucho menos a mi entierro.

Como duele.

Como me duele saber, que aun te sigo amando
y que entre el canto de los pajarillos
aun puedo escuchar tu voz que me ama,
y yo, este quijote que te sigue esperando
extiende sus brazos entre la nada
donde aun vive tu esencia.

Dime porque te has ido lejos de mí,
dime porque, si dentro de ti se que aun hay amor
ven y dámelo nuevamente,
para que mi alma se regocije
como el día con el sol.

Como me duele saber que aun te sigo amando
y que tus besos, yo ya no los pueda ya tener,
y aunque he buscado incesamente mil maneras
de que vuelvas a sentir mi querer,
tú cierras tu corazón, tal vez ya,
tú no me puedes querer.

He dejado para ti entre el silbar del viento
una y mil palabras de mi amor,
para que si llegas algún día a leerlas,
sepas cuanto aun te quiero yo.

Porque en mi alma, construí los más bellos deseos
y hice nacer las más bellas ilusiones,
que por ti llene los candelabros de mi esperanza
con la sonrisa de tus labios,
esos, que alguna vez besaron los míos.

Y que dejaron de llamar mi nombre,
el día, que nos dijimos adiós.

Cambios.

Dame un momento
y te diré como te he extrañado,
porque desde que deje de ver tus pasos
en medio del polvoso camino del olvido,
ya nada es igual para mí,
porque han cambiado los días, han cambiado las horas,
han cambiado los cantos de las aves
y más, que ha cambiado mi vida.
Tú fuiste la luz de mis ojos,
tú fuiste el lucero que alumbro mi esperanza,
fuiste el brillo de un sol en verano
y fuiste la ternura de una madre amamantando,
por eso hoy te digo, cuanto te he extrañado
y si no te dijera lo que siento dentro de mí,
tal vez sería un alma muerta,
de esas almas, que no tienen sentimientos.
Porque sus sentimientos han muerto,
cuando la palabra te quiero
dejo de oírse de tus labios.

Buscándote.

Busco entre el aire que respiro
el aliento enamorado de tu alma
busco entre el viento que golpea mi rostro
cada recuerdo tuyo para no olvidarte.

Y al salir el alba cada día
mis deseos de amarte me consumen
llenan mi alma de impaciencia
y mis sentimientos se desgarran en la opulencia.

Quisiera gritar y con mi grito
poder sentirte cerca de mí,
acariciarte suavemente con dulzura
y tenerte para siempre prendida en mi corazón.

Por eso busco a diario por todos los rincones,
en la sonrisa de un niño
y en el canto de las aves,
en cada rayo de sol día con día
y en cada noche de luna, alma mía.

Porque nunca podre olvidarte
ni tampoco dejare de amarte,
aunque el tiempo pase y no te vuelva a ver
con solo mirar tu fotografía
yo me conformare.

Porque te ame tanto
y nunca de hacerlo yo me cansare,
porque fuiste la doncella viva de mi castillo
a la que nunca olvidare.

Aunque tú, me hayas dejado de querer.

Bello Recuerdo.

Es tu corazón un ramo de rosas
que cubierto de bellas cosas, yo me enamore de él.

Y entre tus besos y abrazos
junto a las caricias de tus manos,
camine por el sendero de lo prohibido
camine por el sendero de un bello amor vivido.

Y fuiste tú, la preciosa sin igual de mis sueños,
el jardín más hermoso de mi cielo,
la sonrisa más tierna de este mundo,
el cariño más sublime que nunca tuve
y que me hizo suspirar a diario.

Es tu corazón un templo de ilusiones,
es tu alma la cobija de mis melancolías,
son tus pasos los que me guían
cuando ciegamente me pierdo en mi soledad.

Por eso no te dejo de amar,
porque aunque estas tan lejos de mi
yo he aprendido a vivir sin ti,
y las enseñanzas que un día me diste
de cómo amar, yo no las puedo olvidar.

Por eso escribo mi poesía,
para que algún día en la lejanía
Tú puedas recordar a este loco enamorado.

Ese mismo que te amo con locura,
ese mismo que aun llora por ti,
ese mismo que te esperara siempre
hasta que tú, quieras venir.

Y juntos volvamos, a ser felices.

Angelical.

(poema dedidcado a Sinda Miranda)


Es tu sonrisa cual canto de sirenas celestiales
y es tu corazón una caricia de dulzura,
son tus palabras como el brillo del sol de una mañana
esas que alivian el alma y la llenan de calma.

Eres el sublime amanecer de un nuevo día
entre los destellos de un alba bella y sin igual,
eres como las olas olorosas de un mar azul,
ese mar, donde sólo el canto de gaviotas se puede escuchar.

Tienes tanto amor en tu alma,
como cual regalo bello que siempre sale de ti
y que entre el viento de una tarde enamorada,
pedacitos de tu ternura se puede sentir,

Y tus pasos que a diario das al caminar,
vas dejando la huella de tu esencia
vas dejando los recuerdos de tu presencia.

Presencia angelical caída de cielo
con alas desplegadas y abiertas en el viento,
rodeada de los bellos cantos de la vida
que alegran todo lo que tú haces,
Bella Sinda.

Adolescencia.

Dime que te detiene soñar, dime que te detiene vivir la vida y verla con el color del amor, porque sabes, aunque eres muy pequeño aun tienes dentro de ti un corazón que palpita a diario y que llena tu alma de sentimientos bellos, los sentimientos de la adolescencia, ahora no puede haber nada que te haga llorar, ahora no puede haber nada que martiricé tu alma, porque aunque tú te sientas solo, sabes que no estas solo, porque tienes el cariño de tus padres, esos padres que aunque te griten fuerte y algunas veces te hagan sentir mal, ellos por dentro tienen todo el amor del mundo para darte.
Yo sé que es muy difícil a la edad que tú tienes poder asimilar en tu mente lo que ahora estas pasandopero recuerda, que son solo momentos propios de la edad, son momentos propios de que ahora empiezasa hacerte ya un hombrecito que empiezas a conocer la vida tal cual es cuando se es adulto. Pero el remediopara todo esto, es estudiar y vivir tranquilo sin dar pasos en falso, aprender a ser responsable para empezar a construir un camino donde nada nos pueda hacer daño ni menos hacernos llorar, aprender a valorarlo que la vida a diario nos da, sea bueno o sea malo, aprender a valorar los consejos de nuestros padresaprender a buscar los verdaderos amigos, pero sobre todo aprender a ser responsable ante nuestros actos y ser valiente ante todos los obstáculos que la vida nos ponga de frente.
Tener amor por la vida, tener amor por ti mismo antes de querer a alguien más o poder decir que tienesnovia, tener amor a la escuela que es como nuestra segunda casa, porque el estudiar, es un arma muyimportante para completar nuestro futuro, ese mismo que será el futuro también de la familia, esa familia que un día llegues a tener, tu Esposa y tus Hijos.
Por eso te digo siempre, se responsable y que el dolor que alguna vez llegue a ti por cosas del pasado, que no te haga llorar, porque el pasado, pasado es y ese ya novolverá.

A veces quisiera. (prosa)

Si el camino de las ilusiones donde viven los momentos más felices, despertaran dentro de nuestra alma el camino de los sueños, todo seria tranquilidad y paz, nada opacaría el sendero de nuestra vida, y se convertiría en risas, en situaciones donde no existieran las lagrimas ni los dolores del corazón.
A veces quisiera no existir, y digo no existir porque existiendo en el torbellino de este mundo, ese mismo torbellino nos ahoga y nos hunde poco a poco en los desvaríos profundos de la tristeza, y tal vez por eso es que caminamos como cual si fuéramos seres que nos han arrancado el espíritu, seres como si su alma estuviera muerta, cada cosa cada cual, cada sentimiento cada sustento de el mismo, que cuando el sustento de lo que se ha vivido se desmorona lentamente nuestra alma se hunde en la depresión más injusta, en la depresión más horrible que nunca quisimos tener.
Y así, como cuando las mariposas dejan de volar y terminan su vuelo incansable, simplemente mueren, y mueren alejadas del bullicio del viento, alejadas del mismo vuelo de sus compañeras, así muere nuestra esencia, en el rincón más oscuro de nuestro existir, de nuestra vida misma. Y nada puedo hacer, nada me queda ya dentro del morral de los recuerdos, tan solo la somnolencia de mi caminar, tan solo el recorrido de mi propio destino al cual me tengo que enfrentar a diario, como aquel que se enfrenta a la fiera indomable que nunca se domo y que al final no pudo soportar su duelo y en el intento solo murió.
Por eso me digo a diario que quisiera no existir, para no sentir los dolores y las agonías del tiempo, ese tiempo que ha transcurrido poco a poco y lentamente, terminando con las ilusiones que nacieron en mi, cuando aprendí a quererte, cuando tuve que decirte una sola palabra y fue el adiós.

A lo lejos tu silencio.

Camino sin sentido
donde nace el eco de los silencios
donde el murmullo se pierde tenuemente
y donde comienza el principio del fin.

Camino sin sentido
y entre los resquebrajos de la noche
los suspiros mutilados de la luna
muriendo poco a poco, sin el brillo de su amada.

Y a lo lejos, los ladridos de los perros
acariciando con sus ladro la oscuridad del silencio
esa que se pierde entre el alba,
cada mañana sin ti.

Y cuando el viento sopla entre mis árboles frondosos,
ya no siento nada, tan solo el recuerdo apagado
ese que me ha dejado, tu simple adiós.